El teléfono es un dispositivo de telecomunicación que permite transmitir señales acústicas a distancia por medio de señales eléctricas. Su invención es el resultado de una serie de investigaciones y experimentos realizados por diferentes científicos e inventores a lo largo del siglo XIX.
El primer prototipo de teléfono fue creado por el italiano Antonio Meucci en 1854, quien lo llamó teletrófono. Meucci construyó este aparato para comunicarse con su esposa, que estaba enferma y postrada en la cama. En 1860, Meucci hizo una demostración pública de su invento, pero no pudo patentarlo por falta de recursos económicos. Solo pudo presentar una advertencia de patente en 1871, que no renovó después de 1874.
En 1876, el escocés Alexander Graham Bell patentó el teléfono en Estados Unidos, tras haber trabajado durante años en el campo del sonido y la telegrafía. Bell utilizó un transmisor electromagnético que transformaba las ondas sonoras en impulsos eléctricos y un receptor que hacía el proceso inverso. El 10 de marzo de 1876, Bell pronunció la primera frase transmitida por teléfono: «Mr. Watson, come here, I want to see you» (Sr. Watson, venga aquí, quiero verlo).
Sin embargo, Bell no fue el único que reclamó la patente del teléfono. Ese mismo día, el estadounidense Elisha Gray presentó una advertencia de patente similar a la de Bell, basada en un transmisor de agua y metal que generaba corriente variable. Se inició entonces una batalla legal entre ambos inventores, que se extendió durante años y que involucró a otros competidores, como Meucci o el alemán Johann Philipp Reis, que había construido un aparato parecido al de Bell en 1861.
Finalmente, los tribunales dieron la razón a Bell y le reconocieron como el inventor legal del teléfono. Sin embargo, en 2002, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una resolución en la que se reconocía que el verdadero inventor del teléfono fue Antonio Meucci, aunque sin anular la patente de Bell.