La década de 1980 fue una época difícil para Perú. El país enfrentó una crisis económica que se caracterizó por una alta inflación y una devaluación acelerada de la moneda nacional, el sol peruano. En respuesta a esta situación, el gobierno implementó una serie de medidas para intentar estabilizar la economía, incluyendo la introducción de una nueva moneda: el inti.
El inti se introdujo en 1985 como una moneda de transición entre el sol peruano y una nueva moneda que se introduciría más tarde, el «nuevo sol». La tasa de cambio inicial fue de un millón de soles por un inti, lo que significaba que una sola moneda de inti equivalía a un millón de monedas de sol.
La intención del gobierno al introducir el inti era reducir la inflación y estabilizar la economía. Además de la introducción de la nueva moneda, se implementaron otras medidas, como la reducción del gasto público y la liberalización del comercio, con el fin de mejorar la situación económica del país.
Sin embargo, la inflación continuó aumentando y el valor del inti se devaluó rápidamente. A medida que la situación económica empeoraba, se hizo evidente que era necesario tomar medidas más drásticas para restaurar la estabilidad monetaria del país.
En 1990, Alberto Fujimori fue elegido presidente de Perú y, poco después de asumir el cargo, implementó un programa de reforma económica radical conocido como el «Fujishock». Este programa incluyó la introducción de una nueva moneda, el «nuevo sol», que reemplazaría al inti.
El nuevo sol se introdujo en 1991, con una tasa de cambio inicial de 1000 intis por un nuevo sol. Los billetes y monedas de inti se retiraron de circulación y se cambiaron por nuevos soles.
La introducción del nuevo sol fue parte de un esfuerzo más amplio para estabilizar la economía peruana. El programa de reforma económica de Fujimori también incluyó medidas como la privatización de empresas estatales y la liberalización del comercio y la inversión extranjera.
A pesar de las dificultades iniciales, el programa de reforma económica de Fujimori tuvo éxito en restaurar la estabilidad monetaria de Perú. La inflación disminuyó y la economía comenzó a crecer de nuevo. En la actualidad, el nuevo sol sigue siendo la moneda oficial de Perú y es una moneda relativamente estable y valorada en todo el mundo.
En resumen, el inti fue la moneda utilizada en Perú en la década de 1980 como parte de los esfuerzos del gobierno para controlar la inflación y estabilizar la economía. Sin embargo, el inti no logró cumplir su objetivo y fue reemplazado por el nuevo sol en 1991 como parte de un programa de reforma económica más amplio implementado por el gobierno de Fujimori. Desde entonces, el nuevo sol ha sido la moneda oficial de Perú y ha contribuido a estabilizar la economía del país.