Después de haber sido entregado por las cañaris y apresado por los españoles el16 de noviembre de 1532, Atahualpa fue confinado en un palacio de Cajamarca.
Por su liberación, le entregó a Pizarro 40 860marcos de plata y 1 014 000 pesos de oro. Según cálculos del Colegio de Economistas del Perú del año 1991, la suma entregada equivaldría a 647 074 millones de dólares, que se le deben reclamar a la Corona española.
Como se sabe, Pizarro no lo liberó y tras acusarlo de idolatría, herejía, regicidio, fratricidio, traición, poligamia e incesto, lo sentencio a muerte.