El primer trasplante de órganos realizado en el Perú tuvo lugar el 29 de octubre de 1969 en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins. La operación fue realizada por el Dr. Marino Molina Schippa y consistió en un trasplante de riñón de un donante vivo al paciente de 15 años, Hugo García Gonzales Prada, quien sufría de glomerulonefritis, una enfermedad inflamatoria renal. El donante fue el padre de Hugo, José García Aguilar.
Este trasplante de riñón fue un hito importante en la historia médica del Perú, ya que fue la primera vez que se llevó a cabo una operación de este tipo en el país. Sin embargo, el riñón trasplantado a Hugo solo duró un año, por lo que tuvo que ser sometido a una nueva intervención quirúrgica. A pesar de esto, el trasplante fue un éxito relativo, ya que Hugo pudo disfrutar de una mejor calidad de vida durante ese tiempo.
Después de tres años, Hugo tuvo que someterse a otra operación, que le permitió mantenerse sin diálisis durante nueve años. Sin embargo, finalmente falleció a los 36 años después de haber sido intervenido por última vez. A pesar de los altibajos en la salud de Hugo después del trasplante, este evento histórico abrió las puertas para que se realizaran más trasplantes de órganos en el Perú, salvando la vida de muchas personas que padecen enfermedades terminales.
Desde entonces, los trasplantes de órganos se han convertido en una práctica común en el Perú, y se realizan en muchos hospitales del país. El éxito de los trasplantes depende de muchos factores, como la compatibilidad entre el donante y el receptor, la calidad del órgano donado y la habilidad del equipo médico que realiza la operación. A pesar de los desafíos que aún existen, los trasplantes de órganos han salvado la vida de muchas personas en el Perú y en todo el mundo, y se espera que esta práctica médica continúe mejorando en el futuro.