La historia de la humanidad en América ha sido objeto de muchas investigaciones y descubrimientos arqueológicos. Uno de los hallazgos más notables es el esqueleto más antiguo encontrado en América, conocido como «Naia», que fue descubierto en las profundidades de una cueva submarina en México.
El esqueleto de Naia, que se cree que tiene unos 13.000 años de antigüedad, fue descubierto en la cueva submarina de Hoyo Negro, en la península de Yucatán, México. El esqueleto fue encontrado en una cámara de la cueva, junto con los restos de otros animales prehistóricos, como perezosos gigantes y tigres dientes de sable.
Naia es una adolescente de unos 15 o 16 años de edad en el momento de su muerte. El estudio de su esqueleto ha proporcionado información valiosa sobre la vida humana y la evolución en América durante la Edad de Hielo. Su esqueleto muestra características que indican que pertenece a un grupo ancestral de los nativos americanos conocidos como los Paleoamericanos, que se cree que fueron los primeros habitantes del continente.
El descubrimiento del esqueleto de Naia ha sido significativo en la comprensión de la historia de la humanidad en América, así como en la evolución de la vida en la Tierra. Ha permitido a los científicos estudiar la genética y la morfología de los primeros pobladores de América, así como su relación con los grupos humanos en otras partes del mundo.
La cueva submarina de Hoyo Negro, donde se encontró el esqueleto de Naia, es un sitio arqueológico único y valioso que ha proporcionado una ventana hacia la vida prehistórica en América. Los investigadores continúan trabajando en la cueva para descubrir más sobre la vida y la evolución de los antiguos habitantes de América.