Las aves son animales vertebrados que se caracterizan por tener plumas, alas y pico. Algunas de ellas tienen la capacidad de volar, lo que les permite desplazarse por el aire y recorrer grandes distancias.
Muchas especies de aves realizan cada año un viaje espectacular desde sus lugares de cría a sus lugares de invernada, y viceversa. Este fenómeno se conoce como migración, y es una de las maravillas de la naturaleza.
Pero, ¿por qué algunas aves migran y otras no? ¿Qué beneficios y riesgos tiene este comportamiento? ¿Cómo saben las aves cuándo y adónde migrar? En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la migración de las aves.
La migración de las aves es un movimiento periódico y estacional que realizan algunas especies en busca de mejores condiciones ambientales, especialmente de alimento y clima. La migración implica un cambio de latitud o altitud, o ambos, y puede abarcar desde unos pocos kilómetros hasta decenas de miles.
La migración tiene para las aves una enorme importancia: les permite sobrevivir. Algunas regiones gozan de clima favorable en primavera y verano, pero se vuelven muy frías e inhóspitas en otoño e invierno. Otras regiones tienen abundancia de alimento en una época del año, pero escasez en otra. Las aves que dependen de estos recursos deben adaptarse a estos cambios o buscar otros lugares más propicios.
La migración es una estrategia adaptativa que les permite a las aves aprovechar los recursos disponibles en diferentes zonas del planeta a lo largo del año. Así, pueden reproducirse en lugares con pocos depredadores y parásitos, y alimentarse en lugares con abundancia de insectos, semillas o frutos.
Sin embargo, la migración también tiene sus costes y riesgos. Las aves deben invertir mucha energía y tiempo en realizar estos viajes, que pueden durar días o semanas. Además, deben enfrentarse a amenazas como el mal tiempo, la pérdida de hábitat, la caza furtiva o la colisión con edificios o tendidos eléctricos.
Las aves que migran tienen una serie de adaptaciones morfológicas, fisiológicas y conductuales que les facilitan este proceso. Por ejemplo, tienen alas largas y estrechas que les permiten volar rápido y lejos; tienen un metabolismo alto que les ayuda a quemar grasa y generar calor; tienen un sentido de la orientación muy desarrollado que les ayuda a guiarse por el sol, las estrellas o el campo magnético terrestre; y tienen una capacidad de aprendizaje y memoria que les permite reconocer las rutas y los lugares adecuados para descansar y alimentarse.
Las aves que migran suelen seguir rutas fijas que se conocen como corredores o vías migratorias. Estas rutas conectan las zonas de cría con las zonas de invernada, y suelen aprovechar las corrientes de aire favorables, los accidentes geográficos o los puntos de agua dulce. Algunas rutas son muy largas y atraviesan continentes o incluso océanos. Otras son más cortas y solo implican cambios de altitud o latitud.
Las aves que migran suelen hacerlo en bandadas, es decir, grupos más o menos numerosos de individuos de la misma especie o de especies diferentes. Las bandadas ofrecen ventajas como el ahorro de energía al volar en formación, la protección frente a los depredadores o la transmisión de información sobre los recursos disponibles. Las bandadas pueden variar en tamaño y composición según la época del año, el lugar o el tipo de ave.
La migración de las aves es un fenómeno fascinante que nos muestra la complejidad y la diversidad de la vida animal. Las aves son capaces de realizar hazañas increíbles para adaptarse a los cambios del medio ambiente y asegurar su supervivencia. Sin embargo, la migración de las aves también está amenazada por la acción humana, que destruye sus hábitats, altera sus rutas o reduce sus fuentes de alimento. Por eso, es importante proteger y conservar a estas maravillosas viajeras del aire.