El cabello y el vello son estructuras similares que se originan en los folículos pilosos de la piel. Sin embargo, hay diferencias en la longitud, el grosor, el color y la distribución de ambos tipos de pelo. ¿A qué se deben estas diferencias?
Una de las principales razones es la influencia de las hormonas. Las hormonas masculinas (los andrógenos, como la testosterona y la dihidrotestosterona), presentes tanto en los hombres como en las mujeres, aunque en cantidades diferentes, regulan el crecimiento capilar. La testosterona estimula el crecimiento de vello en el pubis y en las axilas. La dihidrotestosterona estimula el crecimiento del vello en la zona de la barba y la pérdida del cabello en el cuero cabelludo.
Otra razón es la duración de la fase de crecimiento del pelo. El pelo crece en ciclos que constan de una fase de crecimiento (anágena), una fase de transición (catágena) y una fase de reposo (telógena). Al final de la fase de reposo se cae el pelo y empieza a crecer uno nuevo en el folículo. La longitud de cada pelo vendría determinada por lo que dura la fase de crecimiento del mismo, lo que varía de una parte del cuerpo a otra y entre las personas. Por ejemplo, en la cabeza la fase de crecimiento va desde los dos años hasta los seis o siete años, pero sobre el labio se limita a cuatro semanas². Por lo tanto, el cabello tiene más tiempo para crecer que el vello.
Además, hay otros factores que pueden influir en el crecimiento del pelo, como la etnia, el grosor del pelo, la edad, la dieta, el embarazo y el estrés. Por ejemplo, durante el embarazo, la hormona femenina estrógeno se dispara, ampliando la duración del proceso de crecimiento del cabello. Como resultado, el pelo crece más grueso y se desprende menos para retener su longitud al máximo.
En conclusión, el cabello crece más que los vellos del cuerpo debido a la acción de las hormonas, la duración de la fase de crecimiento y otros factores individuales y ambientales. El cabello es una característica distintiva de los humanos que tiene funciones estéticas, sociales y de protección.