La levadura es un ingrediente esencial para hacer pan, pizza y otros productos de repostería. Pero, ¿qué es la levadura y cómo hace para que la masa crezca y se vuelva esponjosa?
La levadura es un microorganismo vivo que pertenece al grupo de los hongos. Existen muchos tipos de levaduras, pero la más usada para hacer pan es la Saccharomyces cerevisiae, que se alimenta de los azúcares y los almidones presentes en la harina.
Cuando mezclamos la levadura con la harina y el agua, se produce un proceso llamado fermentación, en el que la levadura transforma los azúcares y los almidones en dióxido de carbono (CO2) y alcohol etílico. Estos son los productos de desecho de la levadura, pero para nosotros son muy útiles.
El dióxido de carbono es un gas que se queda atrapado en la masa, formando pequeñas burbujas que hacen que la masa se infle y se eleve. El alcohol etílico le da sabor y aroma a la masa, y se evapora durante la cocción.
La masa también contiene una proteína llamada gluten, que se forma al mezclar la harina con el agua. El gluten le da elasticidad y resistencia a la masa, permitiendo que se estire sin romperse y que mantenga su forma.
Gracias a la acción conjunta de la levadura y el gluten, la masa aumenta su tamaño y adquiere una textura suave y esponjosa. El tiempo y la temperatura son factores importantes para que la fermentación sea óptima. Por lo general, se deja reposar la masa en un lugar cálido y húmedo hasta que doble su volumen.
Los diferentes tipos de panes y masas se obtienen variando las proporciones de los ingredientes, el tipo de harina, el tiempo de fermentación y la forma de amasar. La levadura es un elemento mágico que nos permite crear una gran variedad de delicias culinarias.