Las flores son uno de los elementos más bellos y variados de la naturaleza. Su forma, color y aroma atraen a los insectos polinizadores y a los humanos admiradores. Sin embargo, algunas flores tienen un comportamiento peculiar: se cierran durante la noche y se abren durante el día. ¿Por qué lo hacen? ¿Qué beneficios les reporta?
Este fenómeno se conoce como nictinastia y es un tipo de movimiento que realizan las plantas en respuesta a los cambios de luz. La nictinastia se debe al ritmo circadiano de las plantas, es decir, al ciclo biológico de 24 horas que regula sus procesos fisiológicos y metabólicos. Las plantas tienen un reloj interno que les permite adaptarse a las condiciones ambientales y optimizar sus funciones vitales.
El mecanismo que permite el cierre y la apertura de las flores implica cambios en la presión de agua dentro de las células vegetales, llamadas células motoras. Estas células se encuentran en la base de los pétalos y las hojas, y son sensibles a la luz. Cuando hay luz, las células motoras se llenan de agua y se expanden, lo que provoca que los pétalos y las hojas se estiren y se abran. Cuando hay oscuridad, las células motoras pierden agua y se contraen, lo que provoca que los pétalos y las hojas se plieguen y se cierren.
Pero, ¿qué ventajas tiene este movimiento para las plantas? Los científicos han propuesto varias hipótesis para explicar el porqué de la nictinastia. Algunas de ellas son:
Protección: Al cerrarse, las flores protegen sus órganos reproductivos de los depredadores nocturnos, como los insectos o los roedores, que podrían dañarlos o comerlos. También protegen sus granos de polen de la humedad del rocío o de la lluvia, que podrían hacerlos germinar antes de tiempo o dificultar su transporte por los polinizadores.
Ahorro de energía: Al cerrarse, las flores reducen la pérdida de calor y agua por transpiración, lo que les permite conservar sus recursos durante la noche, cuando la fotosíntesis no ocurre. Además, al cerrarse, las flores mantienen su aroma para el día siguiente, cuando los insectos polinizadores son más activos.
Adaptación: Al cerrarse, las flores se adaptan a las condiciones climáticas y estacionales de su hábitat. Por ejemplo, algunas flores se cierran para evitar el frío o el viento extremo; otras se cierran para sincronizar su ciclo reproductivo con el de sus polinizadores; y otras se cierran para regular su temperatura interna y evitar el sobrecalentamiento.
En conclusión, las flores se cierran de noche como una estrategia evolutiva para protegerse, ahorrar energía y adaptarse al medio ambiente. Este movimiento es posible gracias al ritmo circadiano de las plantas y al cambio en la presión de agua dentro de sus células motoras.