Las serpientes son reptiles fascinantes que tienen la capacidad de cambiar o mudar de piel periódicamente. Este proceso les permite renovar su epidermis y adaptarse a su crecimiento y a las condiciones ambientales. Pero ¿cómo y por qué lo hacen?
Las serpientes cambian de piel por dos motivos principales: el primero es para poder crecer, ya que la piel de la serpiente no es elástica y no se estira al mismo ritmo que el resto de su cuerpo. La piel humana pierde millones de células a nivel microscópico cada año, pero las serpientes no pueden hacer este cambio gradual y por eso tienen que cambiar por completo de piel con frecuencia.
La frecuencia de la muda depende de la edad y el tamaño de la serpiente. Las más jóvenes mudan más veces, algunas cada dos meses, porque crecen más rápido. Las adultas mudan unas dos veces al año, o más si viven en cautiverio y tienen una alimentación abundante.
El segundo motivo para cambiar de piel es para mejorar su salud. La piel vieja se va deteriorando con el tiempo y puede albergar parásitos, heridas o suciedad que afectan a la serpiente. Al cambiar de piel, se deshacen de estos problemas y empiezan de cero con una piel nueva, limpia y brillante.
El proceso de muda es complejo y delicado. La serpiente empieza a segregar un líquido lechoso entre la piel vieja y la nueva, que ayuda a separarlas. Este líquido también cubre los ojos de la serpiente, que se vuelven opacos y le restan visión. Por eso, la serpiente se vuelve más irritable y vulnerable durante la muda.
Para librarse de la piel vieja, la serpiente frota su cabeza o su cuerpo contra algo duro o afilado, como una roca o una rama, para romperla. Luego usa sus músculos para estirarla y deslizarse fuera de ella. También puede enrollarse alrededor de objetos para facilitar el proceso. Al final, deja atrás su piel vieja en una sola pieza y al revés.
La nueva piel es más suave y luminosa que la anterior. Los colores y los patrones de la serpiente se ven más intensos y llamativos. La serpiente se siente más cómoda y activa después de la muda.