El 25 de diciembre es una fecha muy especial para los cristianos, ya que conmemora el nacimiento de Jesús, el hijo de Dios hecho hombre. Sin embargo, la Biblia no menciona la fecha exacta del nacimiento de Jesús, y hay varias razones para pensar que no ocurrió en invierno. Entonces, ¿por qué se celebra la Navidad el 25 de diciembre?
La respuesta tiene que ver con la historia y la cultura de la antigua Roma. En esa época, el 25 de diciembre era el día del solsticio de invierno según el calendario juliano, es decir, el día más corto y la noche más larga del año. Los romanos celebraban este día como el nacimiento del Sol Invictus, el dios sol que vencía a las tinieblas y traía la luz y la vida al mundo.
Los cristianos, que eran perseguidos por su fe en Roma, aprovecharon esta fecha para celebrar el nacimiento de Jesús, el verdadero Sol de Justicia, que vino al mundo para iluminar a los hombres y salvarlos del pecado. Así, la Iglesia de Roma adaptó las fiestas paganas del solsticio de invierno a un sentido religioso cristiano, facilitando la conversión de los romanos al cristianismo.
Esta decisión fue tomada por el papa Julio I en el año 350 d.C., y confirmada por el papa Liberio en el año 354 d.C. A partir del siglo IV, la celebración del 25 de diciembre se extendió por todo el Imperio Romano y luego por todo el mundo cristiano²³.
La Navidad es una fiesta que combina elementos religiosos y culturales de diversas tradiciones. Algunos símbolos navideños, como el árbol, el muérdago o los regalos, tienen su origen en las antiguas fiestas romanas o germánicas. Otros, como el belén, los villancicos o los Reyes Magos, expresan el misterio del nacimiento de Jesús y su significado para la humanidad.
La Navidad es una oportunidad para recordar que Dios se hizo hombre por amor a nosotros, y para compartir ese amor con nuestros familiares y amigos. También es una invitación a vivir con esperanza, alegría y paz todo el año.