La política es el arte y la ciencia de gobernar una sociedad, de organizar el poder y de resolver los conflictos colectivos. La política implica tomar decisiones que afectan a la vida de las personas, a sus derechos, a sus deberes, a sus libertades y a sus oportunidades. Sin embargo, no todas las personas piensan igual ni tienen los mismos intereses, valores o ideales. Por eso, existen diferentes formas de entender y hacer política, diferentes visiones del mundo y diferentes proyectos de sociedad.
Una forma de clasificar estas diferencias es mediante los conceptos de derecha e izquierda política. Estos términos tienen su origen histórico en la Revolución francesa de 1789, cuando se formó la Asamblea Nacional Constituyente para redactar una nueva Constitución que limitara el poder absoluto del rey. En esa asamblea, los diputados se sentaron según su posición respecto al veto real: los que apoyaban al rey y al antiguo régimen se sentaron a la derecha del presidente, mientras que los que se oponían al rey y defendían los principios revolucionarios de libertad, igualdad y fraternidad se sentaron a la izquierda.
Desde entonces, estos términos se han extendido por todo el mundo y han evolucionado con el tiempo, adaptándose a los contextos históricos, sociales y culturales de cada país y época. No hay una definición única y universal de lo que significa ser de derecha o de izquierda, sino que depende de las circunstancias y de las comparaciones. Sin embargo, se pueden identificar algunas características generales que suelen asociarse con cada una de estas orientaciones políticas:
- La derecha política suele defender los valores de orden, autoridad, tradición, nacionalismo, conservadurismo, religión, jerarquía, propiedad privada, libre mercado y seguridad. La derecha se opone al cambio social radical y al intervencionismo estatal en la economía y en la moral. La derecha considera que las desigualdades sociales son naturales o inevitables y que cada individuo es responsable de su propio destino.
- La izquierda política suele defender los valores de igualdad, solidaridad, diversidad, pluralismo, progreso, secularismo, internacionalismo, justicia social, intervención estatal y derechos humanos. La izquierda busca el cambio social transformador y el equilibrio entre la libertad individual y el bien común. La izquierda considera que las desigualdades sociales son injustas o innecesarias y que el Estado debe garantizar la protección y la participación de todos los ciudadanos.
Estas características son generales y no excluyentes. Dentro de la derecha y de la izquierda hay diferentes corrientes o matices que pueden coincidir o discrepar en algunos aspectos. Además, existen otras formas de clasificar las posiciones políticas más allá del eje derecha-izquierda, como el eje arriba-abajo (que mide el grado de aceptación o rechazo al sistema establecido) o el eje liberal-conservador (que mide el grado de tolerancia o intolerancia hacia las minorías o los valores morales).
Así pues, se habla de derecha e izquierda en política para simplificar y ordenar la diversidad de opiniones y propuestas que existen en el ámbito público. Estos términos tienen un origen histórico concreto pero han evolucionado con el tiempo y varían según el contexto. No son categorías fijas ni absolutas sino relativas y dinámicas.