La historia de la tauromaquia en el Perú se remonta al año 1540, cuando se llevó a cabo la primera corrida de toros en la Plaza Mayor de Lima. Este evento tuvo lugar en el contexto de la consagración de óleos a cargo de fray Vicente de Valverde, y contó con la participación de un personaje que dejó una huella indeleble en la historia del país: el marqués Don Francisco Pizarro.
Si bien es cierto que Pizarro es conocido como el fundador de Lima, pocos saben que también participó como torero en esta histórica corrida. Montado a caballo, el conquistador se enfrentó a uno de los tres toretes de la ganadería de Maranga que habían sido llevados para la ocasión.
La multitud de espectadores que se dieron cita ese día en la Plaza Mayor de Lima fueron testigos de la valentía y destreza de Pizarro, quien logró abatir al segundo toro a rejonazos. Esta hazaña se convirtió en un acontecimiento histórico que ha sido recordado por generaciones en el Perú.
Pese a que la participación de Pizarro como torero ha sido objeto de controversia y ha generado debates en torno a la relación entre la tauromaquia y la historia del país, lo cierto es que su actuación en la primera corrida de toros en el Perú es un hecho que forma parte del acervo cultural y turístico de la nación.
En la actualidad, la tauromaquia sigue siendo una tradición arraigada en el Perú, y cada año se llevan a cabo importantes ferias taurinas en diversas ciudades del país. Aunque la controversia en torno a esta práctica sigue presente, la afición por los toros sigue siendo una de las manifestaciones culturales más populares y arraigadas en la sociedad peruana.