Los volcanes son montañas con una abertura por la que salen materiales incandescentes del interior de la Tierra, como lava, ceniza y gases. Estos fenómenos naturales son impresionantes y a la vez peligrosos, ya que pueden provocar erupciones devastadoras. Pero, ¿cómo se forman los volcanes y por qué entran en erupción? En este artículo te lo explicamos.
Los volcanes se forman principalmente por el movimiento de las placas tectónicas, que son las grandes piezas en las que se divide la corteza terrestre. Estas placas se desplazan sobre el manto, una capa de roca fundida llamada magma. Cuando las placas chocan o se separan, se crean grietas o fisuras por las que el magma puede ascender hasta la superficie .
Hay tres tipos de volcanes según el lugar donde se forman:
Volcanes de límites continentales: se forman cuando una placa oceánica se hunde bajo una placa continental, en un proceso llamado subducción. El material que se hunde se calienta y se funde, generando magma que sube por las fisuras y sale al exterior. Un ejemplo de este tipo de volcanes son los de la cordillera de los Andes .
Volcanes de dorsales oceánicas: se forman cuando dos placas oceánicas se separan, creando una abertura por la que sale el magma del manto superior. El magma se enfría y se solidifica, formando nueva corteza oceánica. Un ejemplo de este tipo de volcanes son los de la dorsal mesoatlántica .
Volcanes de punto caliente: se forman cuando hay una zona del manto con una temperatura muy alta, que genera una pluma de magma ascendente que atraviesa la corteza. Estos volcanes no dependen del movimiento de las placas, sino que permanecen fijos en un lugar. Un ejemplo de este tipo de volcanes son los de las islas Hawái .
Como ves, los volcanes son el resultado de un complejo proceso geológico que conecta el interior y el exterior de la Tierra. En el siguiente apartado te contamos cómo se produce una erupción volcánica y qué tipos hay.