Los gatos son animales muy expresivos que utilizan su cuerpo y su voz para comunicarse con nosotros y con otros animales. Una de las señales más llamativas que nos pueden enviar es erizar su pelo, sobre todo el de la cola y el lomo. ¿Por qué lo hacen? ¿Qué quieren decirnos?
Los gatos se erizan por diferentes motivos, pero todos tienen algo en común: son una respuesta involuntaria a una descarga de adrenalina que les prepara para afrontar una situación que les genera estrés, miedo o inseguridad. Al erizar el pelo, los gatos parecen más grandes y amenazantes, lo que les ayuda a intimidar a posibles rivales o depredadores.
Estas son algunas de las causas más habituales por las que un gato se eriza:
Por miedo o inseguridad: si un gato se asusta por un ruido fuerte, una visita inesperada o un objeto desconocido, puede erizar el pelo como señal de alerta y de defensa. También puede hacerlo si se siente amenazado por otro gato o animal con el que no se lleva bien.
Por frío: los gatos tienen una capa de pelo que les protege del frío, pero a veces no es suficiente. Cuando la temperatura baja mucho, los gatos pueden erizar el pelo para crear una capa de aire entre la piel y el pelo que les aísle del frío y les ayude a conservar el calor corporal.
Por enfermedad: los gatos que están enfermos o que sienten dolor pueden erizar el pelo por falta de acicalamiento o por estrés. También puede ser un síntoma de fiebre, ya que la subida de temperatura puede provocar escalofríos y piel de gallina. Si tu gato está erizado y tiene otros signos de malestar, como falta de apetito, apatía o vómitos, debes llevarlo al veterinario cuanto antes.
Por juego: los gatos también pueden erizar el pelo cuando juegan con nosotros o con otros gatos. En este caso, no se trata de una señal de agresividad o miedo, sino de una forma de divertirse y simular una pelea. Para saber si tu gato está jugando o no, debes fijarte en otros aspectos de su lenguaje corporal, como la posición de las orejas, los ojos y la boca.
Los gatos se erizan por diferentes motivos, pero todos tienen algo en común: son una respuesta involuntaria a una descarga de adrenalina que les prepara para afrontar una situación que les genera estrés, miedo o inseguridad.