A horas del crucial enfrentamiento entre la Selección Peruana y la Selección Colombiana, Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), vuelve a ser el centro de la controversia. Según revelaciones recientes, Lozano habría realizado pagos indebidos por un total de S/8,3 millones a varios clubes del fútbol peruano para financiar proyectos que, aparentemente, no estaban debidamente justificados.
La información, proporcionada por el portal ‘El Foco’, indica que estos pagos se realizaron entre 2018 y 2023 y beneficiaron a clubes como Sport Huancayo, que recibió préstamos por S/3 millones; Juan Aurich con S/1.8 millones; Academia Deportiva Cantolao con S/938,716; Atlético Grau de Piura con S/872,557; y la Liga Departamental de Tacna con S/800,000. Estas irregularidades se suman a la carpeta fiscal 56-2022, que inicialmente abarcaba el periodo de 2019 a 2022, y que ya había sido objeto de investigaciones anteriores por la Fiscalía.
La situación no solo ha suscitado inquietud debido al mal uso de los recursos de la FPF, sino que también ha puesto en evidencia una crisis financiera que afecta a la institución desde 2017. Con Lozano al mando hasta 2025, es probable que las investigaciones legales y judiciales continúen, considerando que el presidente también enfrenta acusaciones de organización criminal y lavado de activos.
Además de las graves acusaciones económicas, Lozano ha cometido otro error significativo en su gestión: la salida de Ricardo Gareca, el entonces entrenador de la Selección Peruana. El desacuerdo al renegociar el contrato con el técnico argentino resultó en su partida, un hecho que dejó un vacío difícil de llenar y que aún resuena entre los aficionados que valoraban altamente el trabajo de Gareca.
Mientras la FPF se prepara para enfrentar a Colombia, el foco de atención se encuentra tanto en el desempeño de la selección como en la gestión de Lozano, quien enfrenta serias críticas y problemas legales que podrían afectar gravemente el futuro del fútbol peruano.