Durante el Virreinato del Perú, la cultura y el arte tuvieron una gran influencia en la sociedad limeña. El teatro fue uno de los principales exponentes de la época y, aunque tuvo un comienzo incómodo, se consolidó como una de las principales formas de entretenimiento en la ciudad. En este artículo, nos adentraremos en los inicios del teatro en la Lima virreinal.
En los primeros años de la colonia, las representaciones teatrales eran incómodas y se llevaban a cabo en la Plaza Mayor. En estas obras, el público estaba en contacto directo con los actores y debían soportar el sol y la lluvia mientras disfrutaban del espectáculo. A pesar de esto, estas representaciones eran muy populares y convocaban a grandes multitudes.
Con el tiempo, se construyeron locales específicos para las representaciones teatrales. En 1579 se construyó el Corral de Comedias de Lima, que fue el primer teatro construido en América del Sur y que tuvo características similares a los corrales de teatro de España. Este teatro estaba ubicado en el centro histórico de la ciudad y era propiedad de don Nicolás de Mendoza Vargas y Carbajal de Ribera, el Corregidor de las Comedias, quien ofrecía con frecuencia funciones en Chuquitanta (hoy San Martín de Porres).
Posteriormente, surgieron los coliseos, que tenían características del teatro italiano del siglo XVII. Uno de los más conocidos fue el Coliseo de la Cruz, construido en 1708 y que fue el primer coliseo de la ciudad. En este teatro, las representaciones eran más elaboradas y se incluían música y danza. El Coliseo de la Cruz se convirtió en el principal teatro de Lima durante más de un siglo.
Con el tiempo, surgieron otros coliseos en la ciudad como el Coliseo de la Comedia y el Coliseo de los Caños, que se destacaron por ofrecer obras más variadas y de mayor calidad. Estos teatros se convirtieron en importantes espacios culturales de la ciudad y reunían a una gran cantidad de público.