En los inicios del Virreinato, existieron dos tipos de representaciones teatrales: las incómodas, que tenían por escenario la Plaza Mayor, y las particulares, que se presentaban en las casas privadas, en los jardines de las afueras o en las haciendas cercanas.
Por ejemplo, don Nicolás de Mendoza Vargas y Carbajal de Ribera, el Corregidor de las Comedias, las ofrecía con frecuencia en Chuquitanta (hoy San Martin de Porres). Posteriormente, se construyeron dos tipos de locales: los corrales como en España y los coliseos. con características del teatro italiano del siglo XVII.