Sarita Colonia es una figura mítica en Perú. Muchos la veneran como una santa, aunque no está reconocida como tal por la iglesia católica. Su historia es la de una joven que luchó contra la adversidad desde su infancia. Nació en el barrio de Belén, en Huaraz, en 1914, en una familia muy humilde. Cuando era niña, su familia se trasladó al Callao en busca de mejores oportunidades.
Allí, Sarita empezó a trabajar como niñera en el hogar de una familia italiana. También vendió pescado, frutas, verduras y ropa en las calles de la ciudad. A los 26 años, murió a causa de paludismo y fue enterrada en una fosa común. Pero su historia no terminó allí.
Tiempo después, la gente empezó a venerarla como una santa. Se cree que Sarita tiene poderes milagrosos y que puede interceder por los más necesitados. En el cementerio Baquijano del Callao, se construyó un mausoleo en su honor, que hoy es visitado por miles de personas cada año.
La historia de Sarita Colonia es la historia de una joven que luchó contra la pobreza y la adversidad, pero que nunca perdió su fe y su espíritu de solidaridad. Hoy, es una inspiración para muchos peruanos que buscan salir adelante a pesar de las dificultades.