Tras ser derrocado por el golpe de Estado del general Odría en octubre en 1948, el presidente José Luis Bustamante y Rivero, fue trasladado al aeropuerto Limatambo y subido a un avión con destino a Buenos Aires.
Vivió en el exilio y en febrero de 1956, regresó al Perú. Había decidido ya no volver a política y se dedicó a ejercer su profesión de abogado. Ahora bien, no solo llegó a ser miembro de la Academia Peruana de la Lengua y decano del Colegio de Abogados de Lima, sino también fue designado presidente de la CIJH