El mar Muerto es un lago salado situado entre Israel, Jordania y Palestina, a unos 430 metros bajo el nivel del mar. Es uno de los lugares más salados del mundo, con una concentración de sal de unos 240 gramos por litro, casi 10 veces más que el océano. Esto hace que el agua sea muy densa y que los seres humanos puedan flotar fácilmente en ella.
Pero, ¿por qué el mar Muerto es tan salado? La respuesta tiene que ver con su ubicación, su clima y su historia geológica. El mar Muerto se encuentra en una cuenca endorreica, es decir, que no tiene salida al mar ni a ningún otro cuerpo de agua. Esto significa que el agua que entra al lago por el río Jordán y otras fuentes se queda allí y solo se pierde por evaporación.
Al evaporarse el agua, la sal y otros minerales que contiene se quedan en el lago, aumentando su concentración. Este proceso se ha repetido durante miles de años, desde que el mar Muerto se formó por el hundimiento de la falla del Rift del Valle del Jordania. Además, el clima de la zona es muy árido y caluroso, lo que favorece la evaporación y reduce las precipitaciones.
El mar Muerto recibe su nombre porque su alta salinidad impide el desarrollo de la mayoría de las formas de vida. Solo algunas bacterias y algas pueden sobrevivir en sus aguas. Sin embargo, el mar Muerto tiene un gran valor ecológico, histórico y cultural. Es un hábitat para muchas aves migratorias, un lugar sagrado para las tres religiones monoteístas y una fuente de recursos minerales y terapéuticos.