Los huesos son unas estructuras rígidas y resistentes que forman el esqueleto humano. Los huesos cumplen varias funciones importantes, como sostener el cuerpo, proteger los órganos internos, permitir el movimiento y producir las células sanguíneas.
Pero los huesos no son iguales en todas las etapas de la vida. De hecho, los bebés tienen más huesos que los adultos. ¿Sabes por qué? Te lo explicamos en este artículo.
Al nacer, un bebé tiene alrededor de 300 huesos en su cuerpo, mientras que un adulto tiene 206 huesos. Esto se debe a que algunos huesos del cuerpo humano se fusionan a medida que crecemos y maduramos.
La fusión de los huesos es parte del proceso de osificación, que es el desarrollo y la formación de los huesos. La osificación comienza en la semana 8 del desarrollo embrionario y continúa hasta la edad adulta.
Los huesos se forman a partir de un tejido conectivo flexible llamado cartílago. El cartílago es el material que forma la nariz y las orejas, por ejemplo. El cartílago se va reemplazando por tejido óseo mediante la acción de unas células llamadas osteoblastos, que producen la matriz ósea.
La matriz ósea es una sustancia dura y calcificada que da rigidez y resistencia a los huesos. Los osteoblastos también se encargan de unir los huesos entre sí mediante unas estructuras llamadas suturas.
Las suturas son unas líneas fibrosas que se observan en el cráneo, por ejemplo. El cráneo está formado por varios huesos que se unen por las suturas. Al nacer, el cráneo tiene unas zonas blandas llamadas fontanelas, que son espacios entre las suturas donde todavía hay cartílago.
Las fontanelas permiten que el cráneo se moldee y se adapte al canal del parto durante el nacimiento. También permiten que el cerebro crezca durante los primeros años de vida. Las fontanelas se van cerrando y se convierten en hueso entre los 6 meses y los 2 años de edad.
Otro ejemplo de fusión de huesos es el coxis. El coxis es el último segmento de la columna vertebral y está formado por 3 a 5 vértebras coxígeas. Estas vértebras se van fusionando entre los 20 y los 30 años de edad.
La fusión de los huesos tiene varias ventajas evolutivas. Por un lado, permite que el esqueleto sea más fuerte y estable. Por otro lado, permite que el cuerpo sea más ágil y eficiente en el movimiento.
Sin embargo, la fusión de los huesos también tiene algunas desventajas. Por ejemplo, reduce la flexibilidad y la capacidad de adaptación del cuerpo a diferentes situaciones. También aumenta el riesgo de fracturas y lesiones óseas.
En conclusión, los bebés tienen más huesos que los adultos porque su esqueleto está en proceso de osificación y fusión. Este proceso es necesario para el desarrollo y el crecimiento del cuerpo humano.