La arqueóloga y matemática alemana, María Reiche, fue una de las figuras más importantes en el estudio y preservación de las misteriosas líneas de las pampas de Nazca en Perú. Su dedicación y trabajo en la zona la llevaron a ser conocida como la Dama de las Pampas.
Nacida en 1903 en Dresde, Alemania, María estudió matemáticas y astronomía en la Universidad de Berlín antes de trasladarse a Sudamérica en la década de 1930. Allí comenzó a trabajar como profesora de matemáticas en Lima, la capital de Perú.
En 1941, María descubrió las enigmáticas líneas de Nazca mientras sobrevolaba la zona en un avión con su amigo y colega, el arqueólogo estadounidense Paul Kosok. Las líneas, que se extienden a lo largo de más de 80 kilómetros, comprenden figuras geométricas, animales y formas humanas que solo pueden apreciarse desde el aire.
María Reiche y las líneas de Nazca
A partir de ese momento, María se dedicó por completo al estudio de las líneas de Nazca y su conservación. Durante décadas, vivió en una pequeña choza en el desierto, cerca de las líneas, y pasaba horas enteras barriendo y limpiando la zona para mantener las figuras en óptimas condiciones.
Su dedicación y trabajo resultaron esenciales para la preservación de las líneas de Nazca. Muchos proyectos de construcción y de irrigación planeados en la zona habrían destruido estas valiosas reliquias si no hubiera sido por la intervención de María.
Además, María Reiche también fue fundamental para que las líneas de Nazca fueran reconocidas por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1994.
La vida y obra de María Reiche es un testimonio del poder que tiene el compromiso y la pasión en la preservación de nuestro patrimonio cultural. La Dama de las Pampas dedicó su vida a estudiar y proteger las líneas de Nazca, y gracias a ella, estas impresionantes figuras geométricas y animales seguirán siendo apreciadas por las generaciones venideras.