Las Tapadas Limeñas son uno de los símbolos más icónicos de la ciudad de Lima y su cultura. Estas mujeres eran conocidas por usar un vestido que solo dejaba al descubierto sus ojos, lo que las hacía ser enigmáticas y misteriosas a los ojos de los hombres.
La moda de la Tapada Limeña tiene sus orígenes en la época de la colonia y se cree que se inspiró en la moda de Andalucía, España. En aquellos tiempos, las mujeres tapadas salían a pasear, al templo o a las corridas de toros, y lo hacían para evitar el acoso de los galanes, ya que la sociedad de la época no permitía a las mujeres ser independientes y salir solas.
Este tipo de vestimenta permitió a las damas limeñas hacer gala de su picardía, gracias a que solo sus ojos quedaban al descubierto. A pesar de ello, hubo varios intentos por prohibir esta forma de vestir, ya que muchos la consideraban inmoral e indecente. Sin embargo, las mujeres tapadas argumentaron que el traje las protegía del sol y del polvo, además de permitirles hacer obras de caridad de manera anónima.
Durante el virreinato, la moda de la saya y el manto se conservó, y las Tapadas Limeñas siguieron siendo una presencia constante en las calles de Lima. Sin embargo, a mediados del siglo XIX, con la marcada influencia de la moda francesa, esta forma de vestir desapareció por completo, siendo reemplazada por vestimentas más occidentales.
Hoy en día, la imagen de la Tapada Limeña sigue siendo un icono de la cultura limeña y es utilizada como inspiración en muchos eventos culturales y artísticos. En Lima, se pueden encontrar diversas representaciones de las Tapadas Limeñas, desde estatuas y pinturas hasta representaciones teatrales y musicales.
En definitiva, las Tapadas Limeñas son un legado cultural que ha sobrevivido al paso del tiempo, y que sigue siendo un recordatorio de la rica historia y la cultura de Lima y de sus mujeres.